domingo, 14 de agosto de 2011

El libro de la portada de Catherine



El 24 de Septiembre de 2009 efectué una orden por Amazon de un libro que dejé en Colombia: Belle de Jour de Joseph Kessel. La edición que tenía en Cali la compré en una de las ferias del libro usado que hacía la extinta Librería Atenas (ahora me dicen que subsiste y cambió de nombre por Alejandría) en la plazoleta de la Gobernación, la fecha de compra fue Mayo 2003 y la anterior dueña del libro Ana Lucia Janer G., lo cual se por el sello con su nombre en las primeras páginas. Esa edición usada de tapa dura de Círculo de Lectores de color marrón traía la figura de una mujer-muñeca morada en su portada, una mujer-muñeca desarticulada cayéndose, con las letras del título de la novela sobre sus pies y el nombre del autor sobre su torso; una edición en español por supuesto. Luego ya acá en Canadá y con la necesidad de elaborar un trabajo comparativo de un libro llevado al cine, escogí este libro de Kessel impreso en 1928 por primera vez por la prestigiosa editorial francesa Gallimard y la película homónima que hizo Buñuel en 1967 con Catherine Denueve y Michel Piccoli. Fue entonces cuando saqué de la biblioteca pública la película que solo estaba disponible en VHS y la pasé al formato DVD para poder tenerla y verla sin pensar en la fecha de devolución; y entonces ese 24 de Septiembre solicité por Amazon el libro por $7.95 dólares canadienses que con los gastos de envío e impuestos se convirtieron en $14.55. Cuando llegó el libro empacado en su caja de cartón me quedé extasiado al ver su portada con el perfil de la Denueve en su papel de Severine cerca al orificio de la pared por donde espiaba las relaciones que ocurrían en otros cuartos, la Severine vouyerista de Buñuel, la Severine con su cabello suelto, sus cejas definidas y la ausencia de aretes. Se lo mostré a Nancy y ella, más práctica, notó lo más importante: el libro estaba impreso en francés, el idioma en que lo escribió Kessel, pero un idioma inentendible para mí. En ese momento extrañe la versión de la mujer-muñeca desmembrada de Círculo de Lectores en Cali; y aunque Nancy me sugirió de forma inmediata y natural devolver el libro y solicitar uno en inglés, el tema de los gastos de envío más impuestos arrojaban un balance económico desfavorable que harían inútil aquella devolución. Así que recordando mis primeras clases de economía a principios de los noventas referentes al valor de uso y de cambio, decidí quedarme con el perfil de la Denueve en su versión francesa y solicitar de nuevo a Amazon el libro en inglés, esta vez de la editorial Overlook Duckworth del año 2007 con la portada de una mujer semidesnuda, con una foto que solo dejaba ver la mitad de su cara, solo sus labios y su mentón: una mujer anónima que por lo menos a mí no me decía nada.
Leí Belle de Jour pensando en la portada de Catherine, y de igual forma tuve la oportunidad a través del familiar de una amiga de recibir desde Cali la versión en español del Círculo de Lectores que reposaba en la biblioteca de mi casa con el cumulo de libros identificados con stickers de colores de acuerdo a su importancia de envío, y que no pude traer en el viaje inicial. Vi la película por segunda vez, la primera fue en la cinemateca de La Tertulia en la primera y única cita a ciegas que tuve alguna vez de la que solo me quedo el recuerdo de la película de Buñuel y el nombre de mí desconocida pareja: Aura. Buñuel en su adaptación del libro quiso que su Severine de Belle de Jour jugara al final más con una historia relacionada con el sueño, con las posibilidades de una vida imaginada y no una historia tan racional como la de Kessel, la Severine de Buñuel es una mujer que sueña, una mujer que maneja sus deseos en secreto sin reconocer ninguna culpa, una Severine de carne y hueso y no una modelo de mujer arrepentida como la de Kessel. Como una anécdota queda decir que a Buñuel no le gusto del todo la novela de Kessel, le pareció un poco romántica y cursi pero con posibilidades de explotar en ella las historias que leía debajo de la trama escrita.

Finalmente la tarea quedó terminada y el libro con la portada de Catherine permanece así aún conmigo a sabiendas que hay un largo camino hasta el día en que pueda leerlo. Por ahora permanecerán conmigo las tres ediciones del libro, la española, la inglesa y la francesa y la película de Buñuel que se sumara a la otra película que protagonizara la Denueve para el mismo Buñuel en 1970: Tristana.


Catherine Denueve - Severine (Belle de Jour 1967)

La cara de Catherine, alguna vez la mujer más bella del mundo y la Marianne francesa entre 1985 hasta 1989, quedara para unos pocos, y cada vez más pocos, como la hermana menor de la Dorleac, Francoise Dorleac, una mujer menos fría y más espontanea que Catherine; como la hermana menor de la actriz que se perdió en un accidente automovilístico con solo 25 años y que fue la que llevo a la distante Catherine al mundo del cine. La cara de Catherine quedara entonces para mí como el rostro que exigió Buñuel en la cama después de atender sexualmente a un cliente en Belle de Jour, la cara con el más perverso y ambivalente gesto de satisfacción y que guarda una historia oculta omitida en la edición final de la película. O también la mujer detrás de un vidrio mojado, entre las gotas que tocan su mano y su cara de la portada que esta vez no nos mira.