viernes, 17 de junio de 2011

Los ojos de la Spacek


Sissy Spacek (Badlands, 1973)


Alguna vez, no recuerdo en que año, me dio por buscar entre un cerro de revistas “Selecciones” viejas una que correspondiera al mismo mes y año de mi nacimiento: noviembre de 1973, y al final la encontré. La empecé a mirar de forma rápida desde la primera página hasta la última, deteniéndome más en los ya anacrónicos avisos publicitarios que en los artículos en sí. Después fui a las primeras páginas y busqué en el índice el contenido y no encontré ninguno que me llamara la atención, ni que pudiera relacionarse conmigo, directa o falsa e indirectamente. En fin, de aquella Selecciones de noviembre de 1973 no recuerdo nada, ni siquiera su portada; y si me pongo a pensar en hechos que marcaron el año en que nací, así de memoria, sin googlear, me acuerdo de la muerte de tres pablos celebres en ese año: el pintor Picasso, el músico Cassals y el poeta Neruda; y también el suicidio o el asesinato del presidente Allende en la casa de la Moneda en el Chile prePinochet. Esto último justo ahora que exhumaron su cadáver para tratar de desenterrar una verdad que de todas formas será dolorosa.

Treinta y ocho años después, justo en este año 2011 Terrence Malick estrena su más reciente película: The Tree of Life, la quinta en 38 años después de su opera prima estrenada en Octubre del mismo año 1973. Cinco películas en treinta y ocho años no es mucho para una vida cinematográfica, parece no ser mucho: Badlands 1973, Days of Heaven 1978, The Thin Red Line 1998, The New World 2005 y The Tree of Life  2011. ¿Acaso 15 o 20 peliculas en ese lapso de tiempo serían suficientes? ¿o acaso una sola como The Spirit of Beehive, 1973 de Victor Erice lo es? No sé. Por ahora de 1973 me quedo con las imágenes de Badlands y quizás las no tan emblemáticas como las de Martin Sheen recogiendo basura en las polvorientas calles de Ft. Dupree con su atuendo a lo James Dean (nada que ver con el proyecto de actor y celebridad de escándalos de su hijo Charlie) o la pelirroja Sissy Spacek atravesando la calle desolada frente a su casa mientras juega con un bastón que gira con su cuerpo; sino la imagen de la Spacek entre el prado alto que se confunde y se mezcla con su pelo mientras sostiene un labial en su mano, o el pez que debido a su enfermedad ella tira en el patio de su casa presintiendo el inicio de algo que de forma irremediable terminara mal, el globo rojo elevándose en el cielo con las promesas de ambos y la casa que abandonan ardiendo con el cuerpo de su propio padre consumido en las llamas y sin la posibilidad ya de retorno.

Escribiendo esto regresé a ver de nuevo Badlands, ahora que regresa Malick y me encontré con la pantalla invadida por los enormes ojos de la Spacek mirándome, maquillados por ella misma para esconderse en el bosque, unos ojos enormes que aunque no lo eran me parecieron ojos chinos… y así han sido estos años desde aquel 1973, algo que aunque quizás no lo es, se parece a algún recuerdo, a algún largo recorrido que se inició hace 38 años y que aún por fortuna no ha encontrado su destino final: su última parada.


Martin Sheen y Sissy Spacek (Badlands, 1973)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me sorprende tu buena memoria¡¡¡