jueves, 3 de marzo de 2011

La Creatividad en una caja de fósforos


Jean-Luc Godard, Jean Seberg y Jean Paul Belmondo en el rodaje de Breathless (1960).
Camara en mano, una silla de ruedas a manera de dolly, filmada en locaciones reales.


Pensando en escribir sobre creatividad me acorde de una caja de fósforos, pero por razones muy diferentes al vicio de fumar y sus posibles derivaciones; y antes de la caja de fósforos llegan dos casos de creatividad colectiva que enumero a continuación:
1.       La creatividad en la cocina en el caso de Ferran adriá y el restaurante y ahora laboratorio culinario ubicado en Cala Montjoi (Cataluña) y fundado con el nombre  El Bulli-bar por una pareja de esposos alemanes en el año 1962.
2.       La creatividad teatral, y artística en general en el caso de Robert Lepage y su compañía multidisciplinaria llamada Ex-Machina que agrupa actores, escritores, técnicos, cantantes, diseñadores, músicos, programadores, escenógrafos, acróbatas, marionetistas y en cuyo título Lepage puso como condición omitir la palabra teatro. 
En ambos casos está presente la interconexión entre personas especializadas en diferentes campos, tanto en el Bulli como en Ex – Machina se mantiene la búsqueda y la experimentación más allá de sus propias culturas, en el caso de El Bulli probando ingredientes, combinándolos y buscando no solo atrapar nuevos sabores sino nuevas formas visuales para sus recetas, para sus utensilios y hasta para sus platos. En el caso de Lepage sus obras provocan encuentros e interconexiones entre marioneteros y arquitectos, pintores y científicos, programadores y cantantes, todos conectados en la búsqueda de mostrar nuevas sensibilidades a la hora de transmitir un mensaje.

Y pensando en estos grupos creadores y sus obras me llega el nombre de un cortometraje colombiano, que no he visto, titulado La Langosta Azul, el cual está dirigido y escrito por Álvaro Cepeda Samudio (1926-1972) escritor y periodista, Luis Vicens (del que no tengo ninguna información, salvo que era catalán), Enrique Grau (1920-2004) pintor, director, escenógrafo y diseñador de vestuario, y Gabriel García Márquez (1927 - ) escritor y periodista. El corto filmado en 1954 con una duración de 29 minutos cuenta la historia de un agente secreto extranjero que investiga la presencia de radioactividad en unas langostas capturadas en un poblado de pescadores del caribe colombiano; mientras este descansa en su hotel, un gato le roba la langosta azul, entonces él angustiado emprende la búsqueda del crustáceo radioactivo por el pueblo y sus alrededores. En La Langosta Azul actúan Cepeda Samudio, Vicens, Grau y el fotógrafo Nereo Lopez (1920 - ), privándonos de la actuación del premio nobel de literatura, quien años después se sumergiría en el mundo de la creación de guiones cinematográficos y del mundo del cine en general, quizás ayudado por la percepción de Cepeda Samudio, quien le hizo ver que el cine no era una mera cuestión de autores sino ante todo, un asunto de dirección técnica y artística involucrándose así con temas de creación cinematográfica, de producción, de trabajo de actores, detalles técnicos y de búsqueda de audiencia. Y es este tipo de interés exploratorio el que lleva a un creador a interrelacionarse con su entorno espacial y humano para encontrar nuevos caminos y ofrecer medios que se mezclan con el propio.
La Langosta azul es el producto artístico de un trabajo colectivo muy a la colombiana, en el sentido que lo define el escritor y cineasta Heriberto Fiorillo al hablar de este cortometraje: la idea la alimentó Gabo, el que la quería hacer era Álvaro Cepeda Samudio, pero el que sabía cómo hacerla era Luis Vicens. Como diría el propio García Márquez: una mamadera de gallo, o mejor, una mamadera de gallo surrealista.


Ahora dejando el caribe colombiano, se encuentra Roger Vadim (1928-2000) director, guionista y actor francés en los míticos estudios Billancourt dirigiendo su película Relaciones Peligrosas (1959), cuando recibe la visita de un joven de pantalones y chaqueta gastada, el cual usa gafas oscuras mucho antes de que fueran popularizadas por las estrellas de rock, el joven se presenta murmurando su nombre de forma ininteligible y le dice estar preparando una película en la cual habría un papel para su esposa, Annette Vadim. Roger le pregunta por el guión, a lo que el joven le pasa una caja de fósforos donde lo ha escrito y se lo describe: Es la historia de un hooligan, obsesionado con los héroes de las películas americanas. Ella tiene acento y vende el New York Herald Tribune. No es amor, es la ilusión del amor. Termina mal. Bueno, no. Finalmente termina bien. O termina mal. Roger le pregunta si ese es el guión y él contesta que sí, añadiendo que ha filmado documentales y que es un genio. Roger le cuenta la propuesta a su esposa y cuando esta le solicita ver el guión, este le pasa la caja de fósforos. Annette riéndose le dice que no hay caso. Al final Roger le comunica al joven la respuesta de su esposa y este dice que ya se la esperaba. El joven se va y alguien le dice a Roger como se llamaba este: Jean-Luc Godard (1930- ),  la película de la caja de fósforos: Breathless (1960), los actores finales de la misma: Jean Seberg y Jean Paul Belmondo, y el año: 1958 ó 1959, en medio del nacimiento del nouvelle vague del cine francés, y alrededor de todo esto, la creatividad reducida al tamaño de una caja de fósforos.


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