lunes, 14 de marzo de 2011

El Caballo de Costa-Gavras


Sissy Spacek, Badlands (1973)



Es interesante  y curioso el ver como recuerdos que parecían no existir, si es que uno puede creer que un recuerdo puede no existir, llegan, reaparecen o renacen de una forma inexplicable. De eso realmente se trata esto. En mi búsqueda desordenada de películas de la Public London Library, me encontré hace algunos meses con la película de Brian de Palma basada en la primera novela, publicada  o exitosa, no recuerdo, de Stephen King: Carrie (1976). Y confieso que lo que más me llevó a la película no fue de Palma, o King, sino la figura ensangrentada de Sissy Spacek en la caratula de la misma. La película, como todas las basadas en las novelas de King, a excepción de The Shining (1980), parecía una más de terror y situaciones inexplicables y fantasiosas. Ya había visto a Sissy Spacek no hace mucho en la película Badlands (1973) de Terrence Malick, la cual fue basada en la historia real de dos almas perdidas, Charles Starkweather y Caril Ann Fugate, que a finales de los años 50´s inician una carrera de asesinatos prefigurando lo que años después haría Olivier Stone en 1994 con Mickey y Mallory Knox en Asesinos por Naturaleza. Aunque para ser más justos, antes de la película de Stone estarían The Sadist (1963) de James Landis y True Romance (1993) de Tony Scott, ambas basadas en la historia nefasta de Starkweather y Fugate. Pero fue a través de la Spacek que llegué a Costa-Gavras y su película Missing (1982), la cual recrea el caso real del norteamericano Charles Horman asesinado durante el golpe de estado de Pinochet en Chile en 1973; y es aquí donde llega el recuerdo: creo que fue en el año 85 ó 86 cuando cursaba séptimo u octavo de bachillerato cuando entró un alumno nuevo a la clase de nacionalidad Chilena, Pablo Oyanedel, y entonces ahora recuerdo el contarme que venía de un país que estaba pasando por un momento difícil y que sus padres se referían a la película de Costa-Gavras como un ejemplo visual de sus miedos. También recuerdo ahora su historia acerca del caballo blanco galopando entre las balas del ejército de Pinochet, sin saber él, ni yo, el origen de ese caballo. Meses después Pablo Oyanedel no volvió más al colegio, y lo que escuché es que desapareció, así, con esa palabra que nunca entendí del todo y que también pasaba en Colombia: el desaparecer. De Pablo no se volvió a hablar más, parece que nadie dio ni pidió ninguna explicación y así todo esto paso al olvido.
Ahora, después de 25 años, mientras veo la película de Costa-Gavras, aparece Sissy Spacek, buscando refugio en las supuestas calles de Santiago durante el golpe de estado, escuchando tiroteos, mientras un hombre corre y ella tras el enrejado de una casa se duerme y se despierta con un nuevo disparo y mira como un caballo blanco huye de las balas, huye de un jeep de soldados, ella lo mira y mientras el caballo emprende una carrera interminable, Sissy parece regresar al sueño, cansada, como si al cerrar los ojos cerrara sus propios miedos. Es entonces cuando, veinticinco años después, el recuerdo inexistente vuelve a aparecer, con una imagen de un caballo que puede simbolizar el pueblo chileno huyendo de la violencia, que puede ser el mismo caballo que cincuenta y cinco años antes cuelga de un puente en la película October (1927) de Eisenstein, o el caballo del Guernica del que Picasso, cansado de las interpretaciones finalmente dijo: “este toro es un toro, este caballo es un caballo… Para mí, es todo, que el público vea lo que quiera.”


Escena del caballo blanco, Missing (1982) - Costa-Gavras:
Música: Vangelis


1 comentario:

versae dijo...

Me la apunto, a ver qué tal. Pinta bien desde luego.