miércoles, 9 de junio de 2010

Primera mirada a Jean Seberg


Jean Seberg 1961



Leyendo El Tiempo en el año 2002 ó 2003 en la época en que trabajaba como analista de crédito en el Banco de Bogotá, leí un artículo corto titulado “La estabilidad feliz de Eric Rohmer”, y aunque no sabía nada de este director francés ni había visto cine francés en profundidad, el articulo me atrajo tanto que permaneció varios años pegado a mi mural frente a mi puesto de trabajo. Solo hasta el año 2008 cuando me radiqué en Canadá, me encontré viendo los seis cuentos morales de Rohmer, y después de estos las dos primeras películas de Louis Malle, y más tarde Jean-Luc Godard y Breathless. La primera vez que vi Breathless debo admitir que no me gustó su voz en off del inició, ni a un Jean Paul Belmondo dirigiéndose a la cámara; pero al final el haber tenido la delicia de conocer a la Seberg, 30 años después de su muerte, justificó para mí los noventa minutos de la película. La cara angelical y los hoyuelos nacidos de su sonrisa me hicieron leer más sobre ella y su trágica muerte ocurrida un 8 de Septiembre de 1979. Su muerte solo pudo ser confirmada, diez días después de su desaparición en medio de un verano parisino de finales de la década de los 70´s, al ser encontrado su bello cuerpo descompuesto y maloliente envuelto en una cobija azul que Carlos Fuentes dice haberle regalado. El diminuto pero no siempre frágil cuerpo de Jean Seberg se encontró en el interior de su Renault 5, después de permanecer una semana entera estacionado a pocas cuadras de su apartamento con la muerte adentro sin que nadie lo notara. Solo quedó una nota de suicidio escrita en francés para su hijo Diego y la imagen eterna de la Seberg mirando a la cámara, mirándonos, dibujando o cerrando sus labios con sus dedos para mirarnos unos segundos más y voltearse para siempre.


La nota se puede olvidar..., sus pensamientos aún se pueden leer:

I run too fast,
I fly so high
I hit so hard
Too wide my eye
Too full my heart
Too deep my pain
So short the kiss…

                                  Jean Seberg


2 comentarios:

Nancy Londoño dijo...

me encanta la nota de Seberg al final.

Nancy Londoño dijo...

me encanta la nota de Seberg al final de tu articulo.