sábado, 8 de mayo de 2010

Isabel Allende y Last Year at Marienbad


Delphine Seyrig

Que tiene que ver Isabel Allende (1942) con Last Year at Marienbad (1961)? Creo que nada, ni ahora ni nunca antes, pero por cuestiones del azar y la desocupación, han caído a mis manos la primera y la segunda, la escritora y la película. De Isabel Allende conozco solo los nombres de algunas de sus novelas, una parte de un libro de entrevista a manera de biografía, la opinión negativa del todopoderoso Bolaño y la lectura en un solo día de su libro Paula, aunque ahora que lo pienso pudo haber sido día y medio o incluso dos, u otra vez solo uno. De Last Year at Marienbad no conocía nada hasta anoche que vi la película subtitulada al ingles. De la Allende debo decir que el único libro suyo que me ha sido inevitable leer, Paula, me lleva a pensar que no todas las críticas negativas que me he encontrado sobre su literatura pudieran ser justas o merecidas. Para mí el fenómeno de la Allende lo relaciono con el fenómeno Coelho, haciendo énfasis en términos de ventas, y no en los temas de aparente o real superficialidad que cada uno desarrolla (Quien decide la superficialidad?), lo relaciono haciendo énfasis en cierto consenso de la crítica literaria al clasificarlos a ambos dentro de la literatura desechable. (Quien define la literatura desechable?). De Last Year at Marienbad (o Last Year in Marienbad) solo puedo decir y confesar que solo la he visto una vez, y que para bien o para mal, para alabarla o destruirla, (alabarla o destruirla desde mi concepto personal) una sola vez no es suficiente ni justo. Es aquí en London Ontario donde debo aprender, mejorar, perfeccionar el idioma ingles, y donde he visto la mayor cantidad de cine francés en mi vida; y especialmente y sin ningún motivo explicable, películas de la década de los 60´s; y es quizás debido a ese motivo inexplicable que escojo, de la librería publica, la copia de lujo lanzada por Criterion Collection de esta película que tiene como padres al exitoso duo de los Alain: el Resnais y el Robbet-Grillet. El primer Alain exitoso por su precedente film titulado Hiroshima Mon Amour (1959), y el segundo por las banderas del nouveau roman y la idea en esos lejanos años 60´s sobre el futuro de la literatura mundial. Es Last Year at Marienbad la historia de un sueño? De un recuerdo? O de una intención? Está realmente basada en La Invención de Morel de Bioy Casares (que tampoco he leído), o en la literatura de Borges, del que se dice dijo sentirse descorazonado al encontrarse en 1977 con Robbet-Grillet y saber la inspiración ejercida sobre él. Cualquiera sea la respuesta para un no critico de cine como yo, el haberla visto una sola vez, no otorga elementos suficientes para dar una opinión justa de una película que tiene y tuvo tantas páginas de admiración como de destrucción; pero como no soy ni trabajo como critico de nada, solo puedo decir que Last Year at Marienbad no es una película fácil (cosa que ya desde hace casi 50 años todo el mundo ha dicho) y que es para mí una película inquietante, surrealista?, cubista? Y una película que sin entenderla del todo, o habiéndola entendido mas, no puedo decir que sea mala. No todas las películas sencillas son buenas o todas las películas extrañas y difíciles malas, y es aquí donde Last Year at Marienbad se encuentra con la Allende, con la Allende que aparece en el ejemplar del 26 de Abril del The Globe and Mail que recojo ya de manera obsesiva, necesaria y religiosa del tarro azul del reciclaje ubicado en el sótano del edificio donde vivo: la suscripción con 1 día de retraso que me llega desde hace un mes. En la sección Globe Review, después de pasar la foto de la reciente bisexual Anna Paquin, después de pasar la segunda y la tercera y cuarta pagina, aparece la foto (no tan pequeña) de la Allende en el centro de una entrevista fechada en el 2010 y realizada por Alexandra Alter del Wall Street Journal, donde aparte de hablar de esclavos, New Orleans, Haiti: su nueva novela La Isla bajo el Mar, contesta la siguiente pregunta: algunos críticos han cuestionado su trabajo como plano y convencional, la respuesta de la Allende: es muy fácil decir que un libro que nadie entiende y nadie lee es genial. Por lo cual pienso en la Marienbad que hasta ahora conozco, pero me queda una duda, sobre la Allende por supuesto, es cierto o adecuado decir que algunos libros fáciles (por no decir planos y convencionales como ella misma de forma implícita se autodefinió) que mucha gente lee (best sellers?) son geniales? Pienso en la Allende y en Coelho… pero también puedo pensar en una respuesta diferente: el caso Stieg Larsson bajo el amparo de la opinión del otro todopoderoso Vargas Llosa. En definitiva y aceptando la responsabilidad de emitir un comentario superficial de la obra maestra de los Alain, cuando cierro los ojos y pienso en Last Year at Marienbad veo a Delphine Seyrig vestida de negro o de blanco, de pie o acostada, esperando y rechazando el ser seducida, veo una mujer que sueña o es soñada, que recuerda o es recordada, o mejor aún, que sueña y es soñada, recuerda y es recordada, y de la que no conozco nada diferente a su nombre en los créditos de la película, su vestuario Coco Chanel, y su para mi eterno y seductor cabello negro que no es el de la Allende. Veo a una mujer enigmática que me lleva de la mano a otra película que nunca he visto para invitarme a seguir escribiendo: El Discreto encanto de la burguesía. Veo el titulo de este escrito que debía llevar su nombre y ser totalmente diferente y es entonces cuando veo el error y debo empezar de nuevo.

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